lunes, febrero 21, 2011

Kira, casi me matas del susto

Algunos habréis leido en mi facebook que Kira nos ha dado un buen susto hoy. Pues bien, os cuento. Mi perra tiene quince años (en marzo los cumple) y con sus quince tiene una larga lista de achaques:
-Cáncer de útero.
-Piómetra.
-Edema pulmonar.
-Un soplo en el corazón (causado por el edema).
- Artrosis.
-Alzehimer (Sindrome de disfunción cognitiva).
-Y ahora un poco de sordera. Aunque a veces pensamos que más que sordera es que se hace la sueca.

Pensaréis que tiene demasiadas cosas. Y es que la tía no se priva de nada. Pero ahí la tenemos, con sus quince años; algunos días está malita (cada vez más), pero por la noche se revoluciona y cree ser un cachorro, por lo que coge la pelota y se pone a corretear por la casa y a dar por culo a los vecinos con las uñas.

Es posible que algunos penséis que debería dormirla y ya está. Pues no, para mí, dormir a un ser vivo que aún puede vivir una vida cómoda y sin muchos dolores, es sinónimo de asesinato. Lo siento por el que no esté de acuerdo, pero mi perra no sufre y aún puede vivir con calidad de vida.

Pero a veces nos da unos sustos que pa'qué.

Mi perra tiene por costumbre pedirnos que la subamos a mi cama, que está a la altura de mis hombros. Le gusta estar por encima de la jerarquía, oye. Bueno, la cosa es que esta mañana estaba subida en mi cama cuando me ha pedido con gruñidos impacientes que la baje al suelo. Los perros con alzehimer pierden el miedo a las cosas, y una de ellas es la altura. Cuando la he cogido para bajarla, la muy idiota se ha tirado al suelo. He intentado agarrarla pero ha sido imposible y se ha caido de cabeza al suelo.

La suerte ha estado en que mi hermana aún no había guardado la cama del todo (porque a veces deja las cosas a medias) y la perra se ha topado con el colchón de Viscoelástica y ha amortiguado un poco la caida. Se ha clavado en la garganta los hierros de la cama, se le ha doblado la columna vertebral hacia arriba y luego ha dado dos o tres vueltas de campana, estampándose contra los muebles y la puerta. En definitiva: se ha pegado la hostia del siglo. Yo, que lo he visto todo en primera persona, lo primero que pensé es que se había roto el cuello o la espalda. Pero la tía, que es más dura que un bloque de roca espacial, ha salido caminando sin problemas ni dolores ni quejidos.

Claro, imaginaos cómo me he puesto yo, que en cuanto le pegan un grito a la perra ya saco las cuchillas para defenderla (y es que yo por mi perra MAAAAAAAAAAAATO). Se me ha descompuesto el cuerpo pensando que era culpa mía por no haberla sujetado bien. Pero es que la cabrona de Kira se revuelve en los brazos de la gente cosa mala.

Bueno, yo gritando y llorando (porque me ha impactado mucho, que queréis que os diga. Que la pobre está muy mayor, joooooo) que la perra se había caido desde la cama. Mi hermana con la cara blanca. Y de pronto la perra empieza a dejar un reguero de sangre. "Ya está, se ha matado", pienso. Me tengo que sentar en el sofá porque me tiembla todo el cuerpo del disgusto. Mi hermana más blanca aún. Y la perra tan campante. Bueno, pues le miro bien la boca por si se ha roto algún diente. Le miro los oidos, los ojos... bueno, todo. Y veo que le sangra la patita por la pezuña. La observo bien y me doy cuenta de que tiene una raja en el nacimiento de la uña. Pal veterinario. Allí la llevamos y Paco (que es un santo y merece ser beatificado) preocupado (que coño, estaba asustaico porque quiere a mi niña un montón) empieza a mirarla por todas partes. Y al final respira tranquilo y dice: "nada, se le ha separado la uña del nacimiento pero no la tiene suelta. Un poco de Betadine y ya está La columna bien. La traquea bien. La cabeza bien. Solo es la uña.". Respiramos tranquilas y tenemos una larga charla con él sobre la actitud de la perra de unas semanas aqui. Le han puesto un nuevo tratamiento, un vaso dilatador para que le riegue mejor la sangre a la cabeza. Y yo no sé si esas cosas son en el momento, pero la cabrona de Kira ahora nos hace más caso. Antes parecía una momia que no atendía a nadie. Bueno, mejor dicho: a mí me había olvidado por completo. se alejaba al verme. Lo que nos extrañaba mucho, porque mi perra pierde el culo por mí, que soy su compañera de juegos y de aventuras (y de travesuras, jiji). Pero ahora por la tarde está super contenta.

Ahora mismo está a mi lado, jugando conmigo y tratando de evitar que continue escribiendo esta entrada.

En fin, ha sido un día muy preocupante, pero con final feliz.

Me voy a jugar con mi niña.

1 comentarios:

Khamair dijo...

pues me alegro mucho de que sólo haya sido un susto, que yo también tengo un perro y sé lo mal que se pasa cuando les ocurre algo DDD:

besos :333

 

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